Guillermo y Mabel llegan a Pavo Colonio -un pueblo costero de la República Origenital del Burruguay que carece de todos los servicios- con el incierto objetivo de concebir un hijo. Pero el excéntrico dueño de la cabaña que alquilan, un animal aterrador que anda dando vueltas por la playa, unos hongos alucinógenos particularmente potentes, y la falta de luz, gas y agua corriente harán que el proyecto de procrear se salga un poquito de cauce... O un poco más que un poquito.
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